«Colosenses 2 no se refiere al šabbat como una sombra cumplida en Jesucristo. Solo se refiere a los sacrificios de animales asociados con el šabbat». Este diálogo continuo ha dado un giro verdaderamente estrafalario.

Mi amigo adventista me ha estado enviando correos electrónicos para declarar su desacuerdo con mi punto de vista del šabbat. Su punto principal era que el Decálogo requiere la observancia del šabbat y, según él, la Biblia nunca cambia este mandamiento para los cristianos. Por supuesto, lo derivé al segundo capítulo de Colosenses, lo que se refiere a las leyes alimentarias, los šabbat anuales de fiesta, los šabbat mensuales de la nueva luna, y el šabbat semanal como sombras que han sido cumplidas en Jesucristo. El texto parece bastante claro; todas estas cosas eran sombras que han sido cumplidas, y no debemos permitir que nadie nos juzgue sobre la observancia.

Naturalmente, mi amigo estaba un poco desconcertado por lo que aparentemente era una sección muy directa de la Biblia que declara que la observancia del šabbat no es obligatoria para los fieles del nuevo pacto. Inicialmente, respondió con:

—Este texto no habla del šabbat semanal. Solo habla de los šabbat «ceremoniales».

Tal posición es indefendible por muchas razones, las que expliqué completamente.

Después de consultar con un erudito adventista, por fin mi amigo llegó a la misma conclusión. Tratando de negar que Pablo esté hablando del šabbat semanal en Colosenses 2 hace galimatías del texto mismo; es más, obliga al lector a interpretar Sabbaton de manera diferente de las otras 67 veces que aparece en el Nuevo Testamento. Uno puede pensar que eso sería el fin de la conversación, pero no lo es.

—Este texto se refiere a los sacrificios de animales ofrecidos el šabbat —insistió mi amigo.

Él y su amigo erudito habían hablado sobre esta refutación como una posición posiblemente más viable. Le pregunté dónde en el pasaje de Pablo se refería a los sacrificios de animales. El respondió preguntando cómo sabía que el pasaje no se refería a los animales. Su posición era que mientras que no podía probar que el pasaje no se refería a los sacrificios, no debía descartar la posibilidad.

No tenía nada. Era como si hubiera dicho: «Los marcianos están viniendo para hacer una invasión. Hay que probar que no están invadiendo». Es difícil, algunos dirían imposible, probar una negativa. Una invasión marciana parece improbable, fantasiosa, y en contradicción a la observación directa del planeta Marte, pero no estoy seguro que puedo probar definitivamente que no es posible. Nuestra conversación terminó sin resolución un poco después. Sin un marco común de referencia y una lógica básica, la discusión desintegró.

Entonces, ¿cómo llegamos a un lugar tan extraño con una interpretación tan rara? He pensado sobre esta pregunta varias veces durante los años. Mi conclusión es que mi amigo y yo teníamos puntos de vista fundamentalmente distintos en cuanto a la Biblia. Para mi amigo, la Biblia era un libro para usar en el servicio del apoyo de ciertas creencias preconcebidas. Las partes de la Biblia que no encajaban con estas creencias merecían la desconfianza, la subestimación, y explicaciones alternativas. Era posible seguir expresando creencia en la Biblia mientras ciertos pasajes podían ser cambiados para evitar un conflicto con la teología adventista. Era imperativa tener una profetisa y unos eruditos adventistas ingeniosos para interpretar la Biblia.

La vida después del adventismo es muy distinta. Uno se siente una increíble libertad en simplemente aceptar la suficiencia de la palabra de Dios. Ya no es necesario tener una profetisa autoritativa para comprender la Biblia. La Biblia recobra vida cuando finalmente se puede leer la Biblia en una manera directa y aceptar el sentido claro de las palabras. La Biblia simplemente tiene sentido porque significa lo que dice. Refrescante. Liberadora. Es verdad que la Verdad libera.


Chris Lee vive en Lincoln, Nebraska, con su esposa, Carmen, y sus hijas, Ashlyn y Alyssa. Van a la iglesia Lincoln Berean. Chris se describe como «adicto a la teología», cuya misión es proclamar la gracia incomprensible de Jesús de manera clara, comprensible y bíblica. Chris es redactor del blog ¡Proclamación! en ProclamationMagazine.com. Pueden comunicarse con Chris por correo electrónico a ambulater@gmail.com.