Mientras nos acercamos a otra época navideña, nuestros pensamientos se dirigen al niño Jesús. Su destino era ser el Salvador del mundo. ¿Qué clase de naturaleza requería ese rol? La cristiandad ortodoxa mantiene que Jesús era plenamente Dios y plenamente humano. Creemos que la naturaleza de Jesús era completamente sin pecado, basado en la naturaleza de Adán antes de la caída humana. Esta creencia nos motiva a contemplar la justicia de Jesús aparte de la nuestra, la justicia perfecta que se nos acreditó por medio de la fe1. También significa que nosotros, con nuestras naturalezas caídas, llenos del Espíritu Santo, vamos a progresar en la santificación personal, pero nuestra justicia nunca será igual a la rectitud sagrada de Jesucristo. Nunca podremos decir que no tenemos pecado o que reflejamos plenamente la imagen de Jesús,  hasta que no seamos transformados en la segunda venida de Jesucristo. Sin embargo, podemos «estar listos» en todo tiempo para la llegada de Jesús.

En nuestro ministerio para los adventistas en transición, debemos señalar que la estructura entera del adventismo histórico se edifica sobre la aceptación de la idea de la naturaleza pecaminosa de Jesucristo2. El adventismo histórico enseña que la naturaleza de Jesús seguía el modelo de la naturaleza humana de Adán después de la entrada del pecado en el mundo. Los adventistas históricos creen que Jesús vivía una vida perfecta aunque tenía una naturaleza pecaminosa idéntica a todos nosotros. Lo hizo por medio de confiar en el poder y el auto disciplina estricta que venía de Dios. Por consiguiente, los adventistas declaran que por medio de Su muerte, Jesús perdonó nuestros pecados pasados, y ahora somos capaces de seguir Su ejemplo para vencer el pecado. El objetivo para la última generación de adventistas es «reflejar plenamente la imagen de Jesús», un término usado con frecuencia por Ellen G. White. Esta última generación pondrá fin a las acusaciones de Satanás de que es imposible obedecer las leyes de Dios.

El doctor Herbert Douglass, administrador universitario adventista, redactor y autor, comprendió la importancia de adherirse a la creencia adventista sobre la naturaleza caída de Jesucristo. (Todas las citas a continuación vienen de la misma fuente de información)3.

    Si uno acepta la idea de que Jesucristo tuvo una naturaleza caída, las implicaciones son enormes. Jesús Mismo hubiera necesitado a un Salvador.

La cuestión de la naturaleza de Jesucristo no es un debate sobre ciertos puntos finos teológicos… o de la limpieza del santuario que empezó en 1844 para purificar y santificar a un pueblo que va a poder presentarse sin pecado, o de que nuestra denominación es el resultado de la incapacidad de un grupo de fanáticos de reconocer que su comprensión profética de Daniel estaba equivocada. La verdadera cuestión gira en torno a la victoria sobre el pecado. Si Jesús no podía entrar en el conflicto y vencerlo en nuestra carne, entonces nosotros no podemos vencerlo.

Estamos de acuerdo con Douglass de que el adventismo histórico se basa en la naturaleza caída de Jesucristo. Como expresó su conocimiento en los artículos en Ministry, él como todos que apoyan el adventismo histórico, buscó apoyo en los escritos de Ellen White.

¿Por qué Jesús se hizo hombre…? Solo puede entenderse desde el punto de vista de la gran controversia, una perspectiva excluida en gran medida por el protestantismo ortodoxo y el Catolicismo… Había varias cuestiones, pero ninguna tan importante como la acusación de Satanás de que los hijos y las hijas de Adán no podían obedecer las leyes de Dios, de que tales leyes no eran realistas y que no estaban destinadas para el bienestar de los seres creados. Tales cuestiones determinaron la clase de humanidad que nuestro Señor asumiría para satisfacer la justicia y silenciar a Satanás (Ministry, agosto de 1985, págs. 10-11).

Él sabe cuán fuertes son las inclinaciones del corazón natural (Testimonies, vol. 5, págs. 177).

¿Y cómo sabe esto? Sabe por experiencia… donde reside la fuerza de nuestras tentaciones (Ministry of Healing, p. 71).

Sin duda, Jesús ha experimentado la fuerza de las inclinaciones del corazón natural.

En Getsemaní «Su depresión y su desaliento lo dejaron» (Desire of Ages, p. 694). ¿No fue Jesús atraído al desaliento por Sus propios pensamientos e inclinaciones naturales?

Tenía la misma naturaleza del pecador (Manuscript Release, vól. 10, p. 176). Uno debe responder a esta pregunta, ¿Fue Adán un pecador en Edén? ¿Es la naturaleza humana de Adán y la nuestra la misma naturaleza de los pecadores? La realidad es que todos los pecadores tienen naturalezas caídas y son atraídos por ellas.

Si uno acepta la idea de que Jesucristo tuvo una naturaleza caída, las implicaciones son enormes. Jesús Mismo hubiera necesitado a un Salvador. La única manera para ser salvo hubiera sido llegar a la perfección y «reflejar plenamente la imagen de Jesús». El «evangelio»  histórico adventista no es el evangelio cristiano de la gracia abundante de Dios.

12 Corintios 5:21; Romanos 3:21-26; 5:15-21; Efesios 2:16; Filipenses 3:6-9.

21 Juan 1:8; Romanos 3:23.

3Para una discusión extendida de este tema, véase: http://www.dennispriebe.com/new/node/27subject.

 

Dale Ratzlaff es el fundador de Life Assurance Ministries y de la revista ¡Proclamación!


Dale y Carolyn Ratzlaff han escrito cinco libros sobre el adventismo: Sabbath in Christ (Sábado en Cristo), un libro que explica el reposo sabático del Nuevo Pacto; Cultic Doctrine of Seventh-day Adventists (La doctrina sectaria de los Adventistas del Séptimo Día), una investigación sobre la doctrina exclusiva de un juicio pre-adviento que determina los destinos eternos; The Truth About Seventh-day Adventist «Truth» (La verdad sobre la «verdad adventista»), un librito que es ideal para los cristianos que no comprenden el adventismo; Truth Led Me Out (La verdad me llevó hacia fuera), en el que Dale cuenta la historia de cómo siguió a Jesús sin importarle el costo, y My Cup Overflows (Mi copa rebosa), la autobiografía de Carolyn. Estos libros están disponibles en su sitio web: Ratzlaf.com, o pueden encargarse por teléfono al (928) 554-1001.Dale Ratzlaff