En la sede del concilio de otoño anual del General Conference de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en octubre de 2014, el comité administrativo recomendó varios cambios en la redacción de las 28 Creencias Fundamentales de la organización. Estos cambios todavía tienen que ser ratificados por votación en la sesión quinquenal de 2015 del General Conference, la que tendrá lugar el próximo verano, pero probablemente reflejan lo que será adoptado en la nueva declaración oficial de creencias.

Se podría decir que uno de los cambios más importantes que esperan las personas que miran al adventismo desde afuera es el cambio a la Creencia Fundamental No. 18, «El don de profecía», la que explica, en palabras adaptadas para el público, la creencia adventista sobre la autoridad de Ellen White. En la edición de 2005 de Seventh-day Adventists Believe, la creencia No. 18 dice:

«Uno de los dones del Espíritu Santo es la profecía. Este don es una marca identificadora de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Ellen G. White, la mensajera del Señor. Sus escritos son una fuente continua y autoritativa de la verdad que provee para la iglesia consuelo, dirección, instrucción y corrección. Sus escritos también hacen claro que la Biblia es el estándar por la cual toda enseñanza y experiencia tienen que ser probadas».

La versión cambiada elimina las palabras «la mensajera del Señor» y la frase «una fuente continua y autoritativa de la verdad». En cambio, dice: «Sus escritos hablan con autoridad profética y proveen consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia».

«La autoridad profética» es una frase que es común en el nuevo movimiento apostólico y en círculos carismáticos. Por ejemplo, el apóstol auto proclamado, Scott Wallis, ha descrito «la autoridad profética» así:

«Juan el Bautista era un hombre enviado por Dios. Dios ungió a Juan. Mucha gente viajaba hasta el pleno desierto para oír a Juan. Juan fue establecido como profeta. Todo Israel fue a escuchar a Juan el profeta. Esta es la autoridad profética».*

Desde hace mucho tiempo, el adventismo ha descrito a Ellen White como la voz de Dios gritando en el desierto, preparando al pueblo de Dios para la segunda venida de Jesús, así como Juan el Bautista preparó el camino para la primera venida de Jesús.

El cambio propuesto de redacción es simplemente un intento de ocultar la creencia adventista duradera de que actualmente los escritos de Ellen White son fuentes de verdad e interpretación bíblica proveídas por Dios para Su «iglesia remanente».

*(http://www.prophetcentral.com/2011/09/prophetic-authority.html)