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La Creencia Fundamental número 7.

La naturaleza del ser humano: ¿Se le dio aliento o espíritu? 

            El hombre y la mujer fueron creados a la imagen de Dios con individualidad, con el poder y la libertad de pensar y hacer. Aunque eran seres libres creados, cada uno consta de una unidad de cuerpo, mente y espíritu; todos dependen de Dios para la vida y el aliento y todo lo demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron a Dios, rechazaron su dependencia de Él y cayeron de su alta posición ante Dios. La imagen de Dios en ellos fue dañada y fueron sujetados a la muerte. Sus descendientes comparten esta naturaleza caída y sus consecuencias. Nacen con debilidades y tendencias malignas. Pero Dios en Cristo nos reconcilió consigo; y por medio de Su Espíritu, restaura en los mortales penitentes la imagen de su Creador. Creados para la gloria de Dios, son llamados a amar a Dios y al prójimo, y a cuidar el medio ambiente.

La negación de un espíritu humano inmaterial y del pecado original lleva a varias doctrinas espurias y heréticas.

 Los cristianos ortodoxos estarían de acuerdo en que el hombre y la mujer fueron creados a la imagen de Dios, creados para la gloria de Dios, y que son llamados a amar a Dios y al prójimo. Los cristianos ortodoxos también estarían de acuerdo en que Dios en Cristo reconcilió al mundo consigo mismo.

Pero hay diferentes opiniones entre los cristianos en cuanto al énfasis que se debe dar al libre albedrío en los primeros dos enunciados de esta declaración de fe. Sin embargo, estas declaraciones no están fuera de la gama de creencias que se encuentra en la cristiandad ortodoxa.

Pero esta Creencia Fundamental dice que cada uno es una unidad indivisible de cuerpo, mente y espíritu. La Biblia dice otra cosa en los pasajes que dicen que el espíritu regresa a Dios o es encomendado a Dios.

            Salmo 104:29: «Si escondes tu rostro, se aterran; si les quitas el aliento, mueren y vuelven al polvo».

            Eclesiastés 12:7: «Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio».

            Lucas 8:54-55: «Pero él, tomándola de la mano, clamó diciendo: “¡Muchacha, levántate!″ Entonces su espíritu volvió,           e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diera de comer» (Reina-Valera, 1995).

Los adventistas creen que el espíritu es «el aliento» o «la fuerza vital», pero la Biblia no interpreta el espíritu así.

     «… [Jesús] se estremeció en espíritu y se conmovió, y preguntó: “¿Dónde lo pusisteis? (Jn 11:33b-34a)″».

Además, esta Creencia Fundamental distorsiona el resultado de la caída. Note con cuidado lo que la sección dice y, aún más significativo, lo que no dice. Dice que nacemos con debilidad y la tendencia maligna; no dice que nacemos en pecado (Salmo 51:5), que somos muertos en nuestro pecado (Efesios 2:1), ni que somos condenados como resultado del pecado de Adán (Ro 5:18).

           «Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre» (Sal 51:5).

           «…ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados,…» (Ef 2:1).

           « Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la justificación que da vida a todos» (Ro 5:18).

La negación de un espíritu humano inmaterial y del pecado original lleva a varias doctrinas espurias y heréticas. Primero, los adventistas creen que Jesús nació con una naturaleza pecaminosa (o caída) pero que no pecó. El corolario de esta enseñanza es que el ser humano también puede aprender a vivir sin pecar.

Además, la creencia adventista niega el cambio que el cristiano experimenta cuando nace de nuevo. Si el ser humano es equivalente a Jesucristo cuando nace, no habría la necesidad de nacer de nuevo con la transformación literal en nosotros que acompaña este evento. En cambio, los adventistas no entienden que nacemos espiritualmente muertos antes de ser vivificados mediante nuestro nacimiento en Jesucristo.


 

Rick Barker

Rick Barker es originario del sudoeste de Ohio y líder de un estudio bíblico semanal para ex adventistas y para aquellos que están en el proceso de separarse del adventismo en el área de Dayton, Ohio. Rick se graduó de la Universidad Andrews en 1987, y obtuvo su maestría de la Universidad de Dayton. Rick y su esposa, Sheryl, partieron formalmente de la iglesia adventista en 2004. Antes de esto, tenían un papel activo en las iglesias de Miamisburg y Wilmington, Ohio.