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Este año marca el aniversario número 150 de la incorporación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. En honor a este evento, el presidente del General Conference, Ted Wilson, se dirigió a la membresía del comité ejecutivo de la organización mundial el 13 de abril, un šabbat, en el Tabernáculo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en Battle Creek, Michigan, la ciudad donde los adventistas se incorporaron oficialmente.

En su sermón, Wilson enfatizó que los adventistas «ya deberían estar en su hogar», y preguntó por qué debían celebrar más aniversarios cuando «podríamos estar en el cielo». También preguntó a los miembros si habían sido «tan fieles a los mandamientos y los consejos de Dios como debían ser».

Además, Wilson recordó a la congregación que Dios la había llamado a un mensaje y una misión únicos, y les preguntó por cuánto tiempo iban a seguir quebrantando sus promesas a Dios, al igual que el Israel infiel.

Después de regañar a sus miembros por haber fracasado en sus esfuerzos de llevar a cabo la obra de declarar el evangelio adventista, los Mensajes de los Tres Ángeles, al mundo entero para que el fin pudiera venir, los desafió a proclamar esos mensajes para «cosechar los resultados del proyecto de The Great Controversy», y a comprometerse a ir a Nueva York y a otras ciudades con su nuevo proyecto, «misión a las Ciudades». Es más, les recordó que los miembros debían hacer pleno uso del «brazo derecho del Evangelio», el mensaje adventista comprensivo de salud.

Wilson añadió que la Iglesia Adventista del Séptimo Día está «destinada únicamente para este movimiento», y su mensaje especial no pasará a otro grupo. «Ustedes y yo somos parte de la iglesia final que Dios ha preparado».

La causa de la culpa

Todos hemos aprendido la historia que estableció la base para el desafío de Wilson: William Miller predijo que Jesús volvería al mundo en 1843. Cuando esa fecha fracasó en producir la segunda venida de Jesucristo, los «milleritas» recalcularon y propusieron una fecha nueva, el 22 de octubre de 1844. Muchos de los «milleritas» perdieron sus cosechas y vendieron sus enseres domésticos. Creían que estarían en el cielo al amanecer del 23 de octubre, y dejaron todo.

Muchos de los «milleritas» decepcionados se arrepintieron y volvieron a sus iglesias. Pero algunos se negaron a creer que habían estado equivocados, a pesar de las palabras claras de Jesús de que nadie sabría el día ni la hora de Su venida (Marcos 13:32-27). Persistían en sus intentos de explicar que el 22 de octubre de 1844 era una fecha válida, e inventaron lo que el fallecido Walter Martin ha llamado «una pobre técnica para guardar las apariencias» para explicar el significado: el juicio investigativo.

Las visiones de Ellen White corroboraron la doctrina del juicio investigativo, y los fundadores adventistas, dirigidos por James White y Joseph Bates, con el liderazgo profético de Ellen White dado a ellos mientras trataban de entender la Escritura, perseveraron en construir la estructura de la doctrina de la iglesia adventista. En mayo de 1863, en Battle Creek, Michigan, se incorporaron formalmente como la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Después de la incorporación formal de la organización, Ellen White continuaba dando testimonios al rebaño adventista para recordarle que si hubiera cumplido con su deber, Jesús habría regresado hace largo tiempo. El regaño de Ted Wilson esta primavera no es simplemente su propia idea. Está transmitiendo el mensaje que Ellen White dejó como legado para los adventistas.

Por ejemplo, en The Desire of Ages, ella escribió en las páginas 633-34): «Si damos el evangelio al mundo, podemos acelerar la venida de nuestro Señor. No sólo debemos anticipar, sino también acelerar la venida del día de Dios…Si la iglesia de Jesucristo hubiera hecho su labor señalada como había ordenado el Señor, antes de esta época el mundo entero hubiera sido advertido, y el Señor Jesús habría venido a nuestro mundo en poder y gran gloria».

En 1900, ella indujo presión de culpabilidad sobre su rebaño con estas palabras: «Jesucristo está esperando con anhelo la manifestación de Sí Mismo en Su iglesia. Cuando el carácter de Jesucristo sea reproducido perfectamente bien en Su pueblo, vendrá para reclamarlos como Suyos» (Christ’s Object Lessons, pág. 69).

Tres años después, escribió en el General Conference Bulletin¸ del 30 de marzo de 1903: «Entiendo que si el pueblo de Dios hubiera preservado una conexión viva con Él, si hubiese obedecido Su Palabra, ahora estaría en el Canaán celestial».

De hecho, la fuente de culpabilidad adventista es la idea no bíblica de que los seres humanos tienen que ayudar a acelerar la venida de Jesús. Pero la verdad es que esa fecha ya está fijada. Jesús declaró inequívocamente que es un día que sólo el Padre sabe (Mr 13:32), pero es «ese día», «el Día del Señor» sobre el que los profetas y los apóstoles hablaron a través de ambos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo. No podemos apresurar o entorpecer al Señor.

La reacción de la denominación adventista

Ted Wilson está haciendo exactamente lo que Ellen White hubiera querido que hiciera. Está organizando un plan evangelista multifacético que involucra la iglesia adventista mundial. Quiere aprovechar su energía, primero para cubrir el mundo con 166.600.000 copias del libro The Great Controversy. Ellen White anhelaba que los adventistas distribuyeran este libro, y Wilson se lo recuerda a su rebaño con frecuencia. Por lo tanto, designaron el año 2012 «el año de The Great Controversy». Este libro, traducido a todos los idiomas principales del mundo, redactado y a menudo publicado con otro título, The Great Hope, fue enviado por correo o entregado de otra manera por las iglesias locales, las conferencias y los individuos a los que no eran miembros de la iglesia adventista alrededor del mundo.

La distribución del libro insignia de Ellen White abrió el camino para la iniciativa de 2013: NY13. Esta iniciativa lanza un programa mundial que se llevará a cabo a lo largo de varios años. NY13 incluye más de 160 reuniones evangelísticas en New York City. En junio, la organización adventista patrocinó un programa concurrente, la International Field School of Evangelism en la iglesia adventista Luso Brazilian en Corona, New York.

Según una noticia publicada el 18 de junio de 2013, por el Adventist News Network (ANN): «La iniciativa de NY13 es la primera en la campaña “Mission to the Cities”, que fue introducida en 2011 por el presidente de la iglesia adventista, Ted N. C. Wilson. Las reuniones comunitarias y el entrenamiento en New York City que tienen lugar este año son la base para campañas futuras alrededor del mundo».

Según Robert Costa, secretario asociado de la Ministerial Association de la iglesia adventista y coordinador de este programa: «Estamos aprendiendo cómo alcanzar a la gente en las ciudades de maneras que son sensibles al contexto cultural. El objetivo es equipar a los líderes con herramientas para lanzar iniciativas evangelísticas comprensivas en sus propios territorios».

Este evangelismo urbano incluye «varios meses de servicio comunitario, el involucramiento de los miembros de la iglesia, y el trabajo de seguimiento». De hecho, las reuniones evangélicas que se llevan a cabo actualmente en Nueva York están siguiendo el plan enseñado en el Field School; las reuniones vienen después de «varios meses de diferentes eventos comprensivos de alcance, incluyendo los ministerios de oración, de servicio comunitario y de educación sobre la salud», dice el comunicado de prensa de ANN.

Jerry Page, secretario de Adventist’s Ministerial Association, dijo que ésta es «un maratón de compasión que debe tener una presencia continua y sostenida en las ciudades, y debe continuar más allá de 2013».

Implicaciones

Conmemorando su aniversario sesquicentenario, los adventistas son confrontados con su fracaso corporativo de cumplir su misión, que reiteraba frecuentemente su profetisa Ellen White: cumplir el trabajo para que Jesús pueda venir.

Como adventista fiel, Ted Wilson es consecuente al regañar a su rebaño por estar aquí todavía, celebrando 150 años de existencia. Sabe que los adventistas están perdiendo su sentido de urgencia; están empezando a cuestionar cuándo o si la venida de Jesús ocurrirá muy pronto. Entonces, Wilson está recordándoles lo que «la inspiración» ha dicho: Jesús volverá. No habrá otra iglesia remanente de los postreros días ni otro mensaje. El adventismo es el nuevo Israel. Han desobedecido y todavía están vagando en el desierto figurativo, pero el día vendrá cuando la ley del domingo se pasará, y los adventistas finalmente serán silenciados por la persecución religiosa.

El mensaje de Wilson es urgente. Los adventistas deben sentir vergüenza por su fracaso corporativo de cumplir el trabajo. Jesús no ha venido todavía porque ellos, los adventistas, no han predicado el Mensaje de los Tres Ángeles a todo el mundo, y hasta ahora, no han reproducido el carácter de Jesucristo, o sea, la obediencia perfecta de la ley, para que Jesús pueda volver.

Wilson asegura a su rebaño que el General Conference mismo no va a ser «descentralizado, neutralizado, ni marginado», a pesar de la desviación del adventismo histórico de parte de muchos miembros. Él no va a permitir que salgan indemnes; sólo existen para cumplir el trabajo y consumar la venida de Jesús. Han prevenido Su venida, y sólo ellos pueden lograr que ocurra. Ellen White resumió este dilema adventista en 1909 cuando escribió: «Si cada soldado de Jesucristo hubiera cumplido con su deber, si cada centinela en las murallas de Sión hubiera sonado la trompeta de cierta manera, es posible que el mundo podría haber oído el mensaje de alarma más pronto. Pero el trabajo lleva años de atraso. Mientras los hombres dormían, Satanás nos sacó ventaja» (Testimonies for the Church, Vol. 9, pág. 29).

Esta iniciativa sin precedentes de NY13 es solamente un presagio de lo que la organización adventista planea para los próximos años. Están viajando con sus programas evangélicos y escuelas del campo. Están educando a una generación de laicos que va a aprender cómo puede entrar en sus comunidades con revisiones de salud, escuelas de cocina vegetariana, y varios proyectos de servicio comunitario como medios para reclutar a la gente a las reuniones donde van a oír y recibir la «verdad» adventista.

El adventismo está convirtiendo la conmemoración sesquicentenaria de su fracaso corporativo de cumplir con su misión mediante la introducción de una iniciativa mundial para reclutar a más miembros. No importa lo que los adventistas progresivos digan, nada ha cambiado. El adventismo todavía es la auto-proclamada iglesia remanente de la profecía bíblica y Ellen White está al mando.

Ted Wilson está haciendo exactamente lo que ella hubiera querido.


 

Fuentes

http://www.adventistreview.org/issue.php?id=6222&actioin=print

http://news.adventist.org/archive/articles/2013/06/18/ny13s-evangelism-school-offers-methods-to-reach-other-major-cities