La Creencia Fundamental número 5 del adventismo: el Espíritu SantoGiaquintoCorradoTheHolySpirit1750s

Dios el Espíritu eterno estaba activo con el Padre y el Hijo en la creación, encarnación y redención. Inspiraba a los escritores bíblicos. Llenó la vida de Jesucristo con poder. Atrae a los seres humanos y los convence de sus pecados; a los que responden Él los renueva y transforma a la imagen de Dios. Enviado por el Padre y el Hijo para estar siempre con Sus hijos, el Espíritu Santo extiende los dones espirituales a la iglesia, fortaleciéndola para dar testimonio de Jesús y, en armonía con la Biblia, guía la iglesia a toda verdad. (Génesis 1:1, 2; Lucas 1:35; 4:18; Hechos 10:38; 2 Pedro 1:21; 2 Corintios 3:18; Efesios 4:11, 12; Hechos 1:8; Jn 14:16-18, 26; 15:26, 27; 16:7-13).  

El Adventismo del Séptimo Día tiene problemas con la idea de Dios como espíritu, y con el Espíritu Santo en particular. Los que conocen la amplia gama de enseñanzas adventistas deben reconocer que todavía hay controversia en la denominación, a pesar de la declaración de la Creencia Fundamental, sobre la cuestión de la identidad del Espíritu Santo: ¿es una persona de la Trinidad o solamente una fuerza? Creo que esta confusión proviene de una confusión generalizada en el adventismo sobre la naturaleza de espíritu.

Los adventistas niegan que tengamos espíritus inmateriales, espíritus aparte de nuestros cuerpos. Esta negación crea muchos obstáculos en su comprensión de la naturaleza y el papel del Espíritu Santo en versículos como Romanos 8:16: «El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios». Los adventistas adoctrinan intensamente a su rebaño con la idea de que el «espíritu» se remite solo a la respiración o es una metáfora para la mente humana. Por consiguiente, para un adventista, es difícil pensar bíblicamente cuando habla del Espíritu Santo. Para la mente adventista, Él es tan irreal como su propio espíritu.

Los Adventistas del Séptimo Día creen en los dones del Espíritu teóricamente; pero en la práctica generalmente ponen énfasis en solo un don espiritual después del primer siglo: el legado profético de Ellen White. Es más, cuando se refieren a Ellen White y sus escritos como «el Espíritu de Profecía», han errado en dar a Ellen White el título y el papel de Dios, ¡porque el Espíritu Santo es el único y exclusivo Espíritu de profecía! Dar un título que sólo pertenece a Dios a un ser mortal es blasfemia.

Los adventistas tienen un punto de vista único sobre el significado de la inspiración del Espíritu Santo. Esta teología se basa únicamente en los escritos de Ellen White, no en los versículos de la Biblia. Esencialmente, los adventistas creen que Dios inspiró al escritor/a en vez de inspirar las palabras mismas. Es más, insisten en que las palabras que resultan no sólo son imperfectas, sino deben tener errores. Esta comprensión equivocada de la inspiración disminuye substancialmente el papel y el poder del Espíritu Santo.

…cuando se refieren a Ellen White y sus escritos como «el Espíritu de Profecía», han errado en dar a Ellen White el título y el papel de Dios, ¡porque el Espíritu Santo es el único y exclusivo Espíritu de profecía!

Los adventistas han negado algunos de los papeles clave del Espíritu Santo, incluso el hecho de que el Espíritu Santo es el sello de Dios dado como promesa de nuestra herencia. En cambio, por más de un siglo, el adventismo ha enseñado que el sello de Dios es el šabbat. Aunque los apologistas adventistas ofuscan con evasivas, diciendo que el šabbat es el indicio del sello en vez del sello en sí, sus guías para bautismo, su evangelismo, sus seminarios y los escritos de Ellen White todavía dicen que el šabbat es el sello. Esta enseñanza no sólo reemplaza al Espíritu Santo con el šabbat, sino también quita el papel del Espíritu Santo como la garantía para el creyente.

¿Cuán confiable es una garantía de Dios? Dios dice que cuando coloca a Su Espíritu en nosotros, está dando testimonio de que somos Sus hijos (Ro 8:15-17), y está garantizando nuestra herencia (Ef 1:14; 1Co 1:22). El sello de Dios es una promesa inquebrantable dada cuando Él se dio a Sí mismo a nosotros. En cambio, el sello falso del adventismo es una acción humana, la observancia del šabbat, y los adventistas no van a saber si su sello es confiable hasta la segunda venida.

Los adventistas han dado a su profetisa el título que pertenece al Espíritu Santo, y han devaluado Su papel, diciendo que es el sello de Dios del šabbat. Estas doctrinas no bíblicas revelan que el adventismo tiene una teología confundida sobre el Espíritu Santo.


Rick Barker es originario del sudoeste de Ohio y líder de un estudio semanal para ex advRick Barkerentistas y para aquellos que están en el proceso de separarse del adventismo en el área de Dayton, Ohio. Rick se graduó de la Universidad Andrews en 1987, y obtuvo su maestría de la Universidad de Dayton. Rick y su esposa, Sheryl, partieron formalmente de la iglesia adventista en el 2004. Antes de esto, tenían un papel activo en las iglesias de Miamisburg y Wilmington, Ohio.