¿Cómo debemos reaccionar a las noticias espantosas que estamos oyendo hoy en día? ¿Debemos prepararnos para huir a las montañas?anchor

A través de la historia humana ha habido guerras, y con demasiada frecuencia han sido asociadas con masacres horrorosos. Actualmente, no debemos esperar algo diferente, porque el ser humano es engañosamente malévolo, nacido en pecado, con una proclividad de pecar. Por muchos años el Occidente ha vivido en relativa paz. Hemos sido bendecidos en vivir en un país que por lo menos daba la impresión de creer en los valores judeo-cristianos. Pero las cosas están cambiando, o mejor dicho, están revirtiendo a lo normal perverso. Actualmente, en todo el mundo, miles de cristianos están siendo martirizados por su fe; quemados, crucificados, enterrados vivos y decapitados—todo porque se niegan a convertirse al islam. Y no sabemos cuándo «estas atrocidades desde lejos» van a aparecer en nuestra vecindad.

Para nuestras devociones diarias, Carolyn y yo estamos leyendo un salmo cada tarde, y se nos ocurren muchas preguntas. Hay tantas promesas de protección y libertad. Sin embargo, vemos que muchos cristianos están entregados a la espada y mueren sin protección. Muchos de ellos están en el proceso de llevar el evangelio de Jesucristo a otras tierras y pierden sus vidas en el proceso.

Hay cierto misterio en la providencia de Dios; nosotros, los seres mortales, no la comprendemos.

            David tenía las mismas preguntas. A veces clamaba a Dios, y parecía que Dios no estaba allí; sólo había silencio. En otras ocasiones, David vio que Dios intervino por él. Hay cierto misterio en la providencia de Dios; nosotros, los seres mortales, no la comprendemos. En Lucas 21:16-19 Jesús dijo a sus discípulos:

«Ustedes serán traicionados aun por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y a algunos de ustedes se les dará muerte.Todo el mundo los odiará por causa de mi nombre. Pero no se perderá ni un solo cabello de su cabeza. Si se mantienen firmes, se salvarán».

            Esta declaración parece ser auto contradictoria, «…a algunos de ustedes se les dará muerte… no se perderá ni un solo cabello de su cabeza».

Durante los tiempos cuando nosotros, o los a quien amamos y para quienes oramos, afrontan la incertidumbre o aun la muerte, haríamos bien en enfocarnos en las promesas de Dios que nunca fallarán, las promesas que podemos creer el 100%.

            «Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida» (Juan 5:24).

            «…dando gracias con alegría al Padre. Él los ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz. Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo… » (Colosenses 1:12-13).

            «Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor» (Romanos 8:38-39).

            «Queridos hermanos, no se extrañen del fuego de la prueba que están soportando, como si fuera algo insólito. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes» (1P 4:12-14).

            Pase lo que pase, si nos aferramos a las verdades del evangelio como estas, nuestra ancla nos sostendrá en tiempos como estos.