Colleen Tinker
COLLEEN TINKER

Yo siempre resentía a los cristianos que se oponían estridentemente a los movimientos o las prácticas ampliamente aceptadas por otros cristianos. Especialmente cuando descubrí el evangelio del nuevo pacto y me separé del adventismo, estaba asombrada por la polarización que comencé a ver en la comunidad cristiana.

De hecho, llegué a comprender por qué los escritores de las numerosas cartas a la redactora de esta revista recurrían a regañarnos por haber «insultado» a otros individuos; ¿Por qué no podemos llevarnos bien? Dirían, después de todo, todos amamos a Jesús. ¡Mejor que ignoremos nuestras diferencias y nos aceptemos mutuamente!

Pero con el tiempo, he observado que muchos ex adventistas han acabado en situaciones muy distintas, desde los que se establecieron bien en la enseñanza bíblica, a los que creen que la segunda venida de Jesús sucedió el año 70 d. C., a los que creen en la impecabilidad, o aun a los que creen en el universalismo. He concluido tres cosas. Primero, la cuestión de autoridad es fundamental. La Biblia es nuestra única fuente de la verdad, y debemos comprometernos a leerla, empleando las reglas normativas de gramática y vocabulario en contexto, y la comprensión del ambiente histórico de cada libro bíblico.

Segundo, cuando las personas han sido enseñadas sistemáticamente unas doctrinas que no son bíblicamente verdaderas, y ellas no han sido instruidas en cómo leer la Biblia, es necesario que estos individuos «disciernan» esa cosmovisión distorsionada y la comparen con lo que se les ha enseñado con las palabras de la Biblia en su contexto. A veces este proceso parece demasiado tedioso para los que crecieron sin la enseñanza sobre un profeta o una profetisa extra bíblico, o un intérprete autoritativo de la Biblia. Sin embargo, cuando uno hace brillar la luz de la palabra de Dios sobre las enseñanzas y las prácticas de una religión falsa o un maestro equivocado, esa luz de verdad puede revelar aún más que los engaños de la religión falsa. Efectivamente puede revelar las maneras mediante las cuales muchas prácticas ampliamente aceptadas que han penetrado la comunidad cristiana en general también se apartan de la enseñanza clara y la suficiencia de las Sagradas Escrituras.

Tercero, insistir que las Escrituras son suficientes para revelar todo lo que necesitamos para la vida y la piedad, mientras el Espíritu Santo aplica Su revelación a nuestras vidas, es una postura no muy popular. Nadie que ama a Jesucristo abraza la falsedad voluntariamente, pero todos podemos ser engañados por promesas de comodidad, alivio y poder, formuladas en términos casi bíblicos. Por lo tanto, es necesario poner todo a prueba con las Sagradas Escrituras, sin  racionalizar o regatear con la verdad para obtener el «permiso» para creer o practicar cosas que sutilmente socavan el descansar solamente en Jesús para nuestra justificación y santificación.

…es necesario que estos individuos «disciernan» esa cosmovisión distorsionada y la comparen con lo que se les ha enseñado con las palabras de la Biblia en su contexto.

En esta edición: Cheryl Granger comparte los resultados de sus meses de estudiar las fuentes y las similitudes del mensaje de salud de Ellen White, «el brazo derecho del evangelio» para los adventistas, con las prácticas y creencias parecidas de otros movimientos y religiones. En el proceso de hacer sus investigaciones, ella ha descubierto las influencias no cristianas detrás de muchas prácticas adventistas, influencias que pasan desapercibidas aun dentro de la cristiandad occidental.

En contraste, Bryan Clark, pastor principal de la Iglesia Lincoln Berean Bible, en Lincoln, Nebraska, nos ofrece una explicación, versículo por versículo, de 2 Corintios 3, el contraste entre el pacto grabado en piedra, que mata, y el nuevo pacto del Espíritu, que da vida. Las buenas noticias del nuevo pacto es la respuesta para las exigencias ascéticas del mensaje de salud, el que finalmente no tiene poder contra «los apetitos de la carne» (Colosenses 2:23).

También en esta edición, tenemos un artículo escrito por Sharon Clark, compartiendo su historia de fe, y Dale Ratzlaff escribe sobre «el mensaje de salud» en su columna, «Pregúntele al pastor». Nuestros columnistas regulares contribuyen sus escritos: Rick Barker, Chris Lee y Carolyn Macomber. Además, compartimos una reflexión sobre nuestra décima conferencia para Former Adventist Fellowship en Redlands, California.

Le doy gracias a Dios por la vida que me dio, criándome y protegiéndome dentro del adventismo, y dándome la comprensión que necesitaba de la religión que amaba antes para conocer la maravilla del nuevo pacto. Cuando comprendí que Jesús guardó las condiciones del nuevo en mi lugar, que en Él he sido nacida de nuevo por el Espíritu y que soy adoptada por el Padre, no tuve más opción que ir adónde Él me lleva. Jesús hizo brillar la luz sobre la realidad del adventismo. Es Jesucristo, no el adventismo, que me da vida. Él, y no un estilo de vida, es a quién debo compartir.

Para más estudio:
Ediciones pasadas de Proclamation! y el blog: ProclamationMagazine.com
Libros y otros materiales por Dale Ratzlaff: LifeAssuranceMinistries.com
Comentarios diarios sobre las Sabbath School lessons: BibleStudiesForAdventists.com
Testimonios, estudios bíblicos y el foro: FormerAdventist.com
Muchos recursos para estudiar el adventismo: TruthorFables.com