Creencia Fundamental Número 11: Crecer en Jesucristo

            Jesús triunfó sobre las fuerzas malignas por Su muerte en la cruz. Él que subyugó a los espíritus demoniacos durante Su ministerio en el mundo ha quebrantado su poder y ha garantizado su destrucción final. La victoria de Jesús nos da victoria sobre las fuerzas malévolas que todavía tratan de controlarnos, mientras caminos con Él en paz, alegría y la seguridad de Su amor. Ahora el Espíritu Santo habita en nosotros y nos da poder. Siempre comprometidos a Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos liberados de la carga de nuestras hazañas pasadas. Ya no vivimos en la oscuridad, el temor de los poderes, la ignorancia y la insignificancia del antiguo modo de vivir. En esta nueva libertad en Jesús, somos llamados a crecer hasta tener la semejanza de Su carácter, comulgando con Él diariamente en oración, alimentándonos en Su Palabra, meditando en ella y en Su providencia, cantando alabanzas, reuniéndonos para rendir culto a Dios y participando en la misión de la Iglesia. Mientras nos dedicamos en el servicio amoroso a los que nos rodean y en dar testimonio de Su salvación, Su presencia constante con nosotros por medio del Espíritu transforma cada momento y cada tarea en una experiencia espiritual.

 

Comentarios sobre esta creencia fundamental

La veracidad bíblica de esta creencia depende completamente del contexto de la declaración. Como esta creencia fundamental señala, la Biblia es clara en decir que el Espíritu Santo que habita en las vidas de los cristianos lleva a frutos evidentes (Gá 5:22-23; Col 3:12-15; Santiago 2:9-17), particularmente en la manera en que nos tratamos. Sin embargo, esta creencia fundamental no menciona que la Biblia dice también que los que han convertido al cristianismo no son perfectos (Ec 7:20; Ro 7:14-25, 1 Juan 1:6-10, Stg 3:2) en su conducta, pero son considerados perfectos en Jesucristo. No seremos perfectos hasta el día en el que todos somos cambiados (1Co 15:42-53).

Matt Slick de The Christian Apologetics & Research Ministry ha dicho que la distinción clave entre la cristiandad auténtica y las sectas seudo-cristianos es cómo el grupo distingue entre la salvación (la justificación) y la santificación: «Generalmente las sectas confunden el significado de estos dos términos y no aplican correctamente las verdades enseñadas en la Palabra de Dios».

La cuestión que rodea la santificación no es si Dios cambia a los que creen en Él, sino si estos cambios que Él hace en nosotros nos capacitan para entrar en el cielo o si este proceso de calificación ya ha ocurrido.

 La idea de que «crecemos en la semejanza del carácter de Jesucristo» es una enseñanza y una redacción que viene exclusivamente de los escritos de Ellen White.

            El punto de vista de las sectas en cuanto a la salvación es que la santificación es el proceso en el que Dios nos convierte en gente justificada que, por consiguiente, es digna de la vida eterna. La enseñanza bíblica y evangélica es que sólo la vida perfecta de Jesucristo merece la recompensa eterna, y la santificación ocurre en los que han sido justificados y «cualificados» porque están en Él.

La cuestión significativa sobre esta creencia fundamental y una pregunta que no contestan en el comentario correspondiente del libro Seventh-day Adventists Believe es esta: ¿La salvación ya ha sido plenamente cumplida por medio de la muerte de Jesucristo en nuestro lugar en la cruz, o es que la salvación es cumplida o mantenida, por lo menos en parte, por la aplicación del poder conseguido por la muerte de Jesucristo para que podamos «crecer en la semejanza» de Jesucristo?

La idea de que «crecemos en la semejanza del carácter de Jesucristo» es una enseñanza y una redacción que viene exclusivamente de los escritos de Ellen White. Ella proclama que nuestros caracteres tienen que ser perfeccionados aquí en el mundo porque no van a cambiar entre la tierra y el cielo (Christ’s Object Lessons, 316, 3, Selected Messages, 191). De hecho, ella dice: «Ninguno de nosotros recibirá el sello de Dios mientras que el carácter tiene un defecto o una mancha. Nuestra obligación es remediar los defectos en nuestros caracteres, y limpiar el templo del alma de cada profanación» (Testimonies For the Church, vol. 5, 214). La Biblia no enfatiza «el carácter», sino la creencia en el Señor Jesús. Esta creencia fundamental adventista ofusca la enseñanza subyacente de que la salvación es dependiente de nuestro crecimiento en Jesucristo y nuestra fidelidad en perfeccionar nuestros caracteres.


Rick Barker es originario del sudoeste de Ohio y líder de un estudio semanal para ex adventistas y para aquellos que están en el proceso de separarse del adventismo en el área de Dayton, Ohio. Rick se graduó de la Universidad Andrews en 1987, y obtuvo su maestría de la Universidad de Dayton. Rick y su esposa, Sheryl, partieron formalmente de la iglesia adventista en 2004. Antes de esto, tenían un papel activo en las iglesias de Miamisburg y Wilmington, Ohio.